de ofrecerte
las olas de mi tierra salobre
–sábanas de
Dios que cobijan la tierra-.
Un amigo me
contaba sobre prostitutas
que juegan a
hacer el amor con la muerte.
-Camenas
olvidadas de Dios- pensé.
En un barco
herrumbrado,
hundido en
las profundidades de la mar,
un camarón
agita la arena para jugar en tu cueva.
Alguien, tal
vez yo, respiraba apresuradamente.
Un amigo te
contaba sobre sirenas
que hacían
el amor sobre un barco herrumbrado,
hundido en
el fondo del mar.
Y tú tenías
ganas de quererla.
Ahora no sé
cual era exactamente la historia.
Presente.
Eso somos.
3 comentarios:
Me gusta ;)
Gracias, Brisa. =) Me alegra.
AL FIN EL AROMANCE VUELVE A TI , ESA FIJACION CON LA MUERTE ES BUENA TE HACE ESCRIBIR COSAS REALMENTE BUENAS , PERO EL ROMANCE SE TE DA MEJOR .
FELICIDADES!
Publicar un comentario