viernes, 22 de octubre de 2010

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Detrás de los ventanales, mirando las hojas moverse como sonajas mudas, anunciando el atardecer y el frío que empaparán la noche con tu ausencia.

Le faltas a mis días, circunstancialmente precarios.

Yo sé de sobra que puedo vivir sin ti, porque tu existencia apacigua mi rabia de saber que no te tengo.

1 comentario:

Yaya dijo...

Aplaudo tu sencibilidad y nostalgia al escribir, sin duda una de tus mejores obras, que Dios siga iluminando tu mente brillante,pero sobre todo la ternura que guarda tu alma y que reflejan tus letras..bien hecho flaco!!!