viernes, 24 de agosto de 2012
Agosto
lunes, 16 de julio de 2012
Óbitofranquezas III
miércoles, 2 de mayo de 2012
Un poema como un rompecabezas. Un sueño.
lunes, 26 de marzo de 2012
Óbitofranquezas II
II
La tarde en que moriste, Tomás, tu madre hacía tortillas
y cantaba una canción de los tecolines
que sonaba en la radio.
Un par de horas más tarde, golpeaba estrepitosamente tu pecho,
desecha en llanto, como regañándote por haberte muerto.
Tu padre puso en tu mano una moneda,
porque dicen que allá donde vas, cobran por delatar asesinos.
Ya te están mezcaleando allá afuera, Tomás,
levántate de ésa caja, ¿Qué no tienes calor?
Ya están sonando las cazuelas y las ollas, Tomás,
el atole ya está hirviendo. Anda a asomarte,
¿Qué no tienes hambre?
Sobre la tierra en que anduviste tantos días, Tomás,
vamos metiendo el hombro para llevarte al panteón.
Mira a tu madre, Tomás, de dónde sacará tantas lágrimas,
¿Quien se las habrá prestado?
No faltan mirones por las calles,
pájaros a los que tu muerte parece no importarles,
mujeres que se persignan, niños que detienen la carrera o el juego,
ancianos de miradas grises, estoicos mirando pasar la muerte.
Parece que toda esta tierra hubiera sido regada
por los ojos de tu madre, la pobre, ya no puede llorarte más,
ya sólo mira tu féretro, que desciende hacia las entrañas de la tierra
y emite un sollozo indescifrable, como si tarareara la canción de tu partida.
martes, 28 de febrero de 2012
Óbitofranquezas.
I
El hecho de que me ponga a pensar
en tu muerte, Ceferino, no quiere decir
que ya quiera que te mueras.
Porque yo he pasado alguna tarde entera,
sentado a tu lado, robándote memorias
de naufragios y peleas de cantina.
Ya te estoy guardando mis lágrimas
para poder llorarte hasta el cansancio,
ya te estoy velando desde ahorita,
regalándote las horas que puedo y quiero.
Porque no quiero que la tarde de tu velorio,
nadie me diga que te ofrezca una “última noche”.
Irme a parar a un lado de tu féretro,
sabiendo que mientras estabas vivo, poco me ocupé de ti,
sería como mentarte la madre.
A mí ya me está doliendo tu partida,
me están haciendo falta tus historias,
tus torpes carcajadas y enfados innecesarios.
Los sábados ya no serán los mismos,
sin compañero fraterno, siempre lúcido y pasional,
para ver el arte de los hombres que se muelen a golpes.
La muerte, no conoce de futuros.
Por eso, compartirte mi pobre presente,
es la forma más sincera que tengo para quererte.
miércoles, 11 de enero de 2012
Sicalipsis de Enero.
entre mis manos te haces polvo.
Me ofreces tu torpeza,
el agua que corre entre tus piernas.
En la meseta divina de tu vientre
asesino a una bestia de sangre tibia.
Yo juego a ser tu Dios.
